EL MÉTODO CIENTÍFICO

Lo primero que debe hacer es identificar el problema y el detalle al detalle. Puede ser, por ejemplo, que el ordenador no funcione o que no tengamos luz en casa. Una vez identificado el problema, lo que ha hecho es mirar observaciones sobre este incidente. Se trata de aportar datos. En este caso, debemos preguntarnos cuántas veces nos hemos pasado previamente, qué soluciones hemos puesto previamente, dónde creemos que está el origen del problema, etc.

Tras recolectar una serie de datos, algo que haremos de forma casi instintiva, formularemos nuestras primeras hipótesis para intentar dar una explicación de la causa de este problema. Seguramente, si el apagón de luz es en toda la calle, es un apagón generalizado y por tanto se debe a una avería. Pudiera ser también, que nuestro ordenador no funciona debido a que hay un cable mal conectado.

Tras dar nuestra hipótesis, tendremos que probar esa hipótesis mediante la experimentación. Es decir, podemos llamar a la compañía de luz para preguntar si hay una incidencia o avería y mucho tiempo atrás en el proceso. En el caso del ordenador, podemos tomar el cable y conectarlo bien.

Si la experimentación da la razón a nuestra hipótesis, tendremos el problema resuelto. Si por el contrario, no da la razón a nuestra hipótesis, tendremos que plantear una nueva hipótesis y experimentar con ella para ver si finalmente solucionamos el problema.